La música es el eco de los sueños. No habría vida sin música, ni música sin vida. La mejor música es aquella que despierta el alma, que se evapora de la mente en forma de notas y nos teletransporta rumbo a lugares encantados, recuerdos extraviados y sentimientos encontrados.
jueves, 22 de agosto de 2013
sábado, 29 de junio de 2013
Dime ven
Recuerdo
como si fuera hoy cuando ella me dijo: "¿No deseas poder ser feliz en
todos los aspectos de tu vida...? ¿No tener que aceptar nada que no te
agrade...? ¿Sentir que la vida es controlada por ti en lugar de ir a
rebufo de ella en el vagón 23...?"
No respondí.
Solo resoplé, resonó un montón de aire saliendo de mi nariz y apareció mi diente roto tras una sonrisa de esperanza.
Y no dije nada, porque cuando llevas años aceptando que tu vida es lo que te pasa y no lo que originas... Pues, lamentablemente, te acabas acostumbrando.
Seguidamente ella añadió: "¿Conoces una vieja canción que dice 'Si tu me dices ven lo dejo todo'?"
Volví a afirmar en silencio; no me salían las palabras, la emoción me tenía atrapado. Mi garganta era incapaz de crear sonido alguno.
Ella continuó: "Pues siempre he creído que a esa canción le falta algo... Debería ser: 'Si tú me dices ven lo dejo todo... Pero dime ven'. "
Finalmente me miró y me soltó las tres preguntas que llevaba años deseoso de que alguien me hiciera: "¿Quieres o no quieres controlar tu vida? ¿Quieres o no quieres ser el dueño de todos tus momentos? ¿Quieres?".
Y dije que sí, el sí más alto y más potente que ha salido de mis años de vida.
No respondí.
Solo resoplé, resonó un montón de aire saliendo de mi nariz y apareció mi diente roto tras una sonrisa de esperanza.
Y no dije nada, porque cuando llevas años aceptando que tu vida es lo que te pasa y no lo que originas... Pues, lamentablemente, te acabas acostumbrando.
Seguidamente ella añadió: "¿Conoces una vieja canción que dice 'Si tu me dices ven lo dejo todo'?"
Volví a afirmar en silencio; no me salían las palabras, la emoción me tenía atrapado. Mi garganta era incapaz de crear sonido alguno.
Ella continuó: "Pues siempre he creído que a esa canción le falta algo... Debería ser: 'Si tú me dices ven lo dejo todo... Pero dime ven'. "
Finalmente me miró y me soltó las tres preguntas que llevaba años deseoso de que alguien me hiciera: "¿Quieres o no quieres controlar tu vida? ¿Quieres o no quieres ser el dueño de todos tus momentos? ¿Quieres?".
Y dije que sí, el sí más alto y más potente que ha salido de mis años de vida.
Albert Espinosa, Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven.
jueves, 27 de junio de 2013
Vals de una peonza.
Todo gira y gira,
gira con o sin motivos,
motivos que la vida
esconde con sigilo.
De las vueltas nauseantes
por las que mi ser gira
se desparraman sentimientos,
tristezas y alegrías.
Reir sin motivo,
llorar sin argumento,
volar sin alas
siempre a ras del suelo.
Suelo frío y seco,
suelo mojado,
cubierto de hierba
que amortigua el daño.
Abolladuras de esta lata
que llamamos corazón,
insaciable máquina
inconsecuente a la razón.
gira con o sin motivos,
motivos que la vida
esconde con sigilo.
De las vueltas nauseantes
por las que mi ser gira
se desparraman sentimientos,
tristezas y alegrías.
Reir sin motivo,
llorar sin argumento,
volar sin alas
siempre a ras del suelo.
Suelo frío y seco,
suelo mojado,
cubierto de hierba
que amortigua el daño.
Abolladuras de esta lata
que llamamos corazón,
insaciable máquina
inconsecuente a la razón.
Andrea Fernández García, 27 de junio de 2013
Mirondelle.
Necesito ser libre
cual gorrión
o cual golondrina
en tu balcón.
Necesito sentirme
dueña de mi,
cual corazón
lo es de su latir.
No para de viajar
de verso a verso,
de caricia a sonrisa,
de susurro a beso.
Con los ojos cerrados
por la vida caminar
aunque no sepa hacia dónde
mis pasos me llevarán.
Resolver enigmas
de libros sin argumento,
perderme en realidades
y encontrarme entre mis sueños.
cual gorrión
o cual golondrina
en tu balcón.
Necesito sentirme
dueña de mi,
cual corazón
lo es de su latir.
No para de viajar
de verso a verso,
de caricia a sonrisa,
de susurro a beso.
Con los ojos cerrados
por la vida caminar
aunque no sepa hacia dónde
mis pasos me llevarán.
Resolver enigmas
de libros sin argumento,
perderme en realidades
y encontrarme entre mis sueños.
Andrea Fernández García
Alergia.
Me adormezco en el hastío
de una tarde soleada.
Bajo las nubes que emigran lejos
estoy tumbada,
sobre una nada que es un todo,
tierra mojada.
Las plantas sobre las que estoy,
adaptándose a mi silueta,
me acogen,
me camuflo entre la hierba.
Oido el río arrasador,
que corre por razones
que desconozco.
Pienso, me abandono...
Dulces y alérgicas son
las tardes de abril,
donde respiro naturaleza
y ella me respira a mi.
de una tarde soleada.
Bajo las nubes que emigran lejos
estoy tumbada,
sobre una nada que es un todo,
tierra mojada.
Las plantas sobre las que estoy,
adaptándose a mi silueta,
me acogen,
me camuflo entre la hierba.
Oido el río arrasador,
que corre por razones
que desconozco.
Pienso, me abandono...
Dulces y alérgicas son
las tardes de abril,
donde respiro naturaleza
y ella me respira a mi.
Andrea Fernández García
Soledad en mi.
Hoy llueve a cántaros
sobre las aceras
y sobre las ventanas de mis ojos,
que al sol esperan.
Esperan impacientes
que algo cambie,
de encontrar motivos
para no cansarme.
Estoy cansada, dañanada, rota,
despierta dormida, confundida.
Viendo una realidad desencantada,
y a la vez ciega; perdida.
sobre las aceras
y sobre las ventanas de mis ojos,
que al sol esperan.
Esperan impacientes
que algo cambie,
de encontrar motivos
para no cansarme.
Estoy cansada, dañanada, rota,
despierta dormida, confundida.
Viendo una realidad desencantada,
y a la vez ciega; perdida.
Andrea Fernández García, Jueves 22 de febrero de 2013
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