martes, 8 de julio de 2014

Un bolígrafo hambriento de madrugada.

Escribo por todas aquellas palabras
que no brotan,
sino que se desparraman a trompicones
de esta cabeza loca.

Escribo por ti, por tu luz,
por aquellas cosas que no cuento,
por tus besos intensos
impresos en mis huesos.

Escribo por la tierra y sus secretos,
por la luna y sus mil y un cuentos,
por la música que nace de dentro
y que se acuña en algún instrumento.

Escribo por mi existencia,
por el aún mayor desastre
que sin ello sería todo esto,
por la vida y su desgaste.

Escribo, escribo sin más, y sin menos,
iluminando madrugadas de insomnio,
soñando con noches de ensueño.